El libro El ascenso maderista y el fin del régimen porfiriano cuestiona con nuevos ojos este periodo en la historia mexicana, con la llegada de Francisco I. Madero a la presidencia en 1911 como marcador en un horizonte hacia la búsqueda de nuevos enfoques, por ejemplo, las modificaciones al paisaje con las implicaciones ecológicas, los feminismos, el papel del poder militar, así como lo que sucedía en otros lugares alejados de la capital del país.