Personalmente prefiero la categoría acuñada por el historiador italiano Steven Forti, quien llama “extrema derecha 2.0” lo que a veces a la ligera se denomina “fascismo” o “neofascismo”. En el ámbito ideológico hay claridad de que estamos hablando de grupos que aprovechan las grietas del descontento ciudadano, el apoyo de las viejas derechas y las carencias de las izquierdas.