Durante meses, los opositores a la reforma del Poder Judicial aprobada ayer por el Senado intentaron amedrentar a los legisladores y a los ciudadanos con la especie de que dicha enmienda constitucional provocaría una catástrofe económica con fuga de capitales, cancelación o retiro de inversiones, devaluación y otros males debidos a la supuesta incertidumbre jurídica creada por la nueva norma. Tales versiones han sido rechazadas reiteradamente por el presidente Andrés Manuel López Obrador; la mandataria electa, Claudia Sheinbaum; funcionarios del gobierno federal, y miembros del Congreso, quienes sostienen que los temores son producto de la desinformación y el golpeteo judicial-mediático.